Ya se acabaron esas fechas de celebraciones familiares y sociales que hacemos en torno a una mesa, con abundantes comidas y las largas sobremesas.
Según estudios más de la mitad de los españoles engordan 3 kilos en estos días.
Acaba reyes y dentro de los propósitos del año el hacer dieta está entre 2 de cada 3 españoles.
La mayoría hace unas dietas restrictivas para “eliminar” esos kilos de más que han sumado en navidad y que terminan abandonando por frustración y consiguiendo el efecto rebote.
Tenemos que ser conscientes en que hacer dieta no se usa para “compensar” lo que nos hemos comido en un determinado periodo de tiempo y que la alimentación es algo que tenemos que tener presente en nuestro día a día, forma parte de nuestra salud y no es un premio ni un castigo, es el alimento de nuestro cuerpo y alma.
En este caso podemos tomar la perspectiva no solamente de los kilos de más en tu cuerpo, si no de la inflamación que produce en tu organismo después del exceso de ingerir alimentos procesados e inflamatorios.
INFLAMACIÓN
La inflamación es una reacción fisiológica normal del cuerpo para protegerse de las diferentes agresiones que producen la ingesta de ciertos alimentos.
Se produce con cualquier alimento que comemos, pero se ha comprobado que no se produce la mima inflamación con unos alimentos que con otros.
Cuando esta inflamación se produce de forma mantenida en el tiempo aparecen diferentes enfermedades como la Diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, alzhéimer, fatiga crónica…entre otras.
Por lo tanto, la alimentación influye de forma poderosa en la inflamación de nuestro organismo.
¿QUÉ ALIMENTOS SON INFLAMATORIOS?
Azúcar
Los azúcares añadidos a la dieta aumentan la inflamación.
El azúcar de mesa (sacarosa) está compuesto por glucosa y fructosa.
Estos azúcares añadidos en refrescos azucarados, dulces, galletas, alimentos ultraprocesados, producen resistencia a la insulina y contribuyen a la aparición de enfermedades crónicas como diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Grasas trans artificiales
Son crean químicamente alterando la estructura de las grasas no saturadas (como aceite de girasol o aceite de maíz) transformándola en una textura sólida y alargando su tiempo de conservación.
Se utilizan principalmente en margarinas, frituras, helados, comida rápida y ultraprocesados.
Producen inflamación y aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Aceites vegetales y de semillas refinados.
Los ácidos grasos Omega-6 son necesarios, pero en pequeñas cantidades.
Los podemos consumir a través de los frutos secos o semillas, con unos 30gr al día sería suficiente
Actualmente tenemos un exceso de Omega 6 consumido principalmente en alimentos procesados como bollería industrial, frituras en aceite de girasol.
Y tenemos un déficit de Omega 3, lo que produce que el Omega 3 no pueda hacer su efecto antinflamatorio y existe una inflamación de nuestro organismo.
Carbohidratos refinados
Los carbohidratos en general suelen tener mala reputación y son temidos, lo cierto es que los carbohidratos integrales, tubérculos, vegetales y frutas son una fantástica fuente de fibra y tienen múltiples beneficios como la obtención de energía.
Los refinados que obtenemos a través de las harinas blancas y consumimos en pan, pasta, bollería tienen un índice glucémico muy alto.
También predisponen el crecimiento de bacterias intestinales inflamatorias aumentando el riesgo de obesidad y enfermedad inflamatoria intestinal
Carne procesada
El consumo de carne procesada como salchichas, embutidos… se asocia a mayor riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes.
Alcohol
El consumo moderado de alcohol es controvertido.
Hay expertos que defienden el 0 consumo de alcohol.
Las personas que beben en exceso pueden desarrollar intestino permeable, provocando una inflamación generalizada que daña a los órganos.
¿QUÉ ALIMENTOS SON ANTINFLAMATORIOS?
Aceite de oliva virgen extra
Es una grasa monoinsaturada (de las grasas más saludables que hay)
Se ha demostrado su protección cardiovascular y menor riesgo de cáncer.
Posee un antioxidante el oleocantal que su efecto se ha comparado con antinflamatorios como el ibuprofeno.
Pescado azul
Estos tipos de pescados grasos son una gran fuente de omega 3 y proteínas.
Salmón, sardinas, caballas, anchoas son productores de efectos antinflamatorios que ayudan a mejorar las enfermedades cardiacas y los trastornos de estrés y estados de ánimo.
Aguacates
Cargado de grasas monoinsaturadas (saludables) nos ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la prevención de cáncer.
Contiene potasio, magnesio, fibra, carotenoides y tocoferoles, es considerado un superalimento.
Arándanos y moras
Poseen grandes cantidades de antioxidantes (antocianinas), vitaminas, fibra… que hacen que no se produzca la inflamación del organismo, amentando también la inmunidad y prevención de enfermedades cardiovasculares.
Frutas y hortalizas
En general todas las frutas y verduras son ricas en sustancias fitoquímicas como carotenos, polifenoles, antocianinas… Nutrientes antioxidantes como manganeso, o vitaminas E y C.
La clave está en consumir variedad de frutas y verduras, preferiblemente de temporada.
Té verde
Muchos de los beneficios que se han encontrado en esta bebida saludable son sus efectos antioxidantes y antinflamatorios, especialmente porque posee una sustancia llamada epigalocatequina-3 galato (EGCG) que reduce la producción de citoquinas proinflamatorias.
Posee un potente efecto protector frente al cáncer, alzhéimer, obesidad, etc.…